dijous, 23 de febrer del 2012

Ferrocarril Nikoláiesvski.

"A la mañana siguiente, Nezhdánov se dirigió a casa de Sipiaguin y fue recibido en un magnífico despacho amueblado al viejo estilo pero de acuerdo con la dignidad de un estadista liberal. Éste, sentado tras una enorme mesa sobre la cual se acumulaban numerosos papeles inútiles, en el orden más rígido, y numerosos cortaplumas de marfil que nunca habían cortado nada, habló y durante una hora entera Nezhdánov escuchó al librepensador haciendo brotar sus sabias, corteses, condescendientes palabras. Al final recibió un anticipo de cien rublos, y diez días después se sentaba en el asiento de terciopelo de un compartimiento reservado de primera clase, al lado de aquél estadista sabio y liberal, camino de Moscú, a través de los raíles trepidantes del ferrocarril Nikiláiesvki."

Suelo Virgen, de Iván S. Turguenév
Trad. de Manuel de Seabra