dimarts, 9 de març del 2010

Momotombo


El tren iba rodando sobre sus rieles. Era
en los días de mi dorada primavera
y era en mi Nicaragua natal.
De pronto, entre las copas de los árboles, vi
un cono gigantesco, "calvo y desnudo", y
lleno de antiguo orgullo triunfal.

(...)

¡Oh Momotombo ronco y sonoro! Te amo
porque a tu evocación vienen a mí otra vez,
obedeciendo a un íntimo reclamo
perfumes de mi infancia, brisas de mi niñez.

(...)

Tot això mentre en Theroux entre a la Xina després de creuar la Mongòlia Exterior i la Mongòlia interior. Theroux fa un relat dels seus viatges que en realitat és molt més buit que Javier Reverte, per possar un exemple. Però no aborreix, és fàcil de llegir i com sempre, et força a una enveja positiva.

diumenge, 7 de març del 2010

El canto errante

Com no puc copiar tot el llibre de Theroux sobre els seus viatges per xina, deixo aquí un poema de Rubén Darío...

El cantor va por todo el mundo
sonriente o meditabundo.
El cantor va sobre la tierra
en blanca paz o en roja guerra.
Sobre el lomo del elefante
por la enorme India alucinante.
En palanquín y en seda fina
por el corazón de la China;
en automóvil en Lutecia;
en negra góndola en Venecia;
sobre las pampas y los llanos
en los potros americanos;
por el río va en la canoa,
o se le ve sobre la proa
de un steamer sobre el vasto mar,
o en un vagón de sleeping-car.
El dromedario del desierto,
barco vivo, le lleva a un puerto.
Sobre el raudo trineo trepa
en la blancura de la estepa.
O en el silencio de cristal
que ama la aurora boreal.
El cantor va a pie por los prados,
entre las siembras y ganados.
Y entra en su Londres en el tren,
y en asno a su Jerusalén.
Con estafetas y con malas,
va el cantor por la humanidad.
En canto vuela, con sus alas:
Armonía y Eternidad.

Rubén Darío